El loft que visitamos hoy nos resulta acogedor y nos aporta serenidad desde el primer vistazo. Esto es gracias a que han sabido mezclar la luminosidad y calma del estilo nórdico con la naturalidad del estilo rústico. Todo ello aderezado con toques turquesa resulta una combinación, como decíamos, acogedora y que invita a entrar.
Aunque la base de todo el loft es en blanco y madera, también han tenido su punto atrevido. Por ejemplo, el suelo de baldosas en ajedrez que separa la cocina del comedor, la combinación de sillas metálicas diferentes con una mesa de madera rústica o el frigorífico Smeg como tono vintage en la cocina. También se arriesgaron en el baño (con una preciosa bañera de patas) donde lo único que resalta sobre el blanco es un retal en blanco y negro a modo de alfombra en las baldosas del suelo y un atrevido y espectacular espejo dorado de estilo barroco. Descubridlo vosotros mismos, es pura calma!
¿Os gusta la combinación de colores neutros con toques turquesa?
¿Qué os parecen las zonas más atrevidas?
Este artículo es original del blog Decorar Mi Casa
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